· Cuenca año uno, ¡cómo hemos cambiado! .

Hace más de un año escuché a un ciclista en el parking del Alfar gritar a las caravanas “Turismo de calidad”, crítica al aire de pensar que los escaladores no somos un turismo de calidad. Entiendo que quería decir calidad igual a importe gastado, puede que lechazo en restaurante de la ciudad y paseo a ver las casas colgadas.

Hice un cálculo a vuela pluma de lo que aporta la escalada y lo que puede llegar a aportar, me quedé corto, es mucho más.

Ha pasado un año y Cuenca florece todavía más. El número de escaladores se incrementa constantemente, el número de vías abiertas crece, los equipadores sortean los obstáculos para nuevas e impactantes creaciones, se han abierto al menos dos “casas para escaladores”, siendo Bonobo un simpático dinamizador e inteligente proyecto, el bar del Alcampo ha aumentado el número de camareros ante la avalancha de escaladores a celebrar los éxitos los fines de semana, el Bodegón en el centro ya sabe quiénes son esos de los gestos con los brazos mientras cenan, enseñando a los comensales los movimientos más duros de las vías, las referencias en revistas especializadas de escalada de todo el mundo han aumentado, con fotos que han sido portada, no la casa colgante, sino “Palestina 9a”, con el intento a vista del mayor monstruo en la actualidad, el checo Ondra y su inverosímil intento a vista, las caravanas y furgonetas que inundan las hoces se han triplicado al menos, Desnivel va a publicar una nueva guía el doble que la anterior y seguro piensan será rentable. Puedo seguir, pararé aquí.

¿Cómo ha pasado?, ¿qué ha ocurrido?

La crisis económica nos está enseñando que no hay una causa única de la situación, ni una sola razón que pueda explicar un cambio. Yo suscribo este punto de vista y toca, entonces, analizar una serie de hechos que han hecho posible el cambio:

a.- La inteligencia de los equipadores: ante tanta prohibición y limitación han “innovado” con soluciones  acordes a la situación: Valdecabras sur ya tiene el tamaño de una escuela, las nuevas aperturas en las otras hoces se suceden en un proceso ininterrumpido.

b.- La creación de la Asociación de la Zona Centro de Escalada Sostenible: un interlocutor que nos hace tener voz como colectivo. Ha servido para sentar a la mesa a alguna parte de la administración. Lo triste es que han sido los de Medio Ambiente y nos los de Turismo, por eso las conversaciones han tratado sobre rapaces y nidos, en vez de turismo y visitantes. Al menos ahora saben dónde anidan las aves protegidas, que últimamente las habían perdido. Ellos sí, no nosotros que llevamos tiempo sin escalar cerca de sus nidos.

c.- La No acción de las administraciones públicas: no han hecho ningún evento de difusión de la escalada, ninguna competición, ninguna referencia en sus guías de turismo. Hay que alabarles el gusto porque tampoco han prohibido aparcar en los arcenes de las hoces, no han prohibido los nuevos equipamientos y reequipamientos, no han multado a nadie por dormir en lugares más o menos bien señalados, han permitido que la “playa municipal” sea un parking de noche de caravanas y furgonetas, supongo que la policía claramente nos prefiere a los anteriores ocupantes que eran los asiduos al botellón en Cuenca.

d.- La actuación inteligente de la guardia civil y policía nacional con las zonas de pernoctación. Las recorren por la noche comprobando que todo está en orden y siguen buscando a los malos, que son otros, ya lo sabemos.

e.- La visita de Adam Ondra: El mejor escalador del mundo intentó hace el primer 9a “a vista” del mundo. Noticia de relevancia mundial que es portada de todas las revistas de escalada, situando a Cuenca como referencia mundial, generando un movimiento de escaladores de todos lados hacia Cuenca. Hemos visto japoneses, americanos, europeos, australianos que se suman a los habituales franceses que vienen por Cuenca. Adam no lo consiguió, espectaculares imágenes, sí nos ha dejado el regalo de la publicidad.

f.- Bonobo: En medio de la pesadumbre surgen emprendedores que encuentran un hueco para iniciar un proyecto. Un refugio de escaladores en una zona donde se juntan cientos todas las semanas en sus paredes parece una idea razonable, lo novedoso es su impulso permanente y su presencia tanto física como en la red con noticias, información, croquis y cervezas. Su propuesta de cerveza y ducha a tres euros es toda una fórmula de éxito.

g.- La calidad de sus vías sigue siendo reclamo permanente. Llenas de picados y sikados en su origen, tendencias hacia las líneas naturales ahora, jalonadas por otras mixtas. Colas en todas ellas los fines de semana llevan el debate de la ética de su equipamiento hacia las cervezas y a los blogs más influyentes más que a pie de vía. Las hoces de Cuenca tienen por descubrir las vías de dificultad del futuro, el paraíso de las generaciones futuras, llenas de equipadores espero.

Turismo de calidad en Cuenca. Año uno.

Miramos hacia los políticos para que solucionen la crisis, Cuenca nos ha enseñado que en ciertos temas es mejor que no hagan nada, que regulen menos, que sean más permisivos con los flecos de las normas e intransigentes con los incumplimientos.

11 comentarios en «Cuenca año uno, ¡cómo hemos cambiado!»

  1. Se llaman «Casas colgadas» … y de timo nada, que tampoco hay que faltar … , es un símbolo de la ciudad de Cuenca y darte un paseo por la Hoz no sería lo mismo sin esas vistas junto con el puente San Pablo …

    Por lo demás es fantástico que cada vez haya más gente de la que aprender mirando desde abajo mientras aprendemos a escalar

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  2. Por cierto … Dentro de las Casas Colgadas no solo está el restaurante, también se encuentra el Museo de Arte Abstracto Español, os recomiendo que uno de los días que paséis por Cuenca lo visitéis, hay unas obras increíbles y podréis ver el interior de las Casas Colgadas, su rara distribución y asomaros por las ventanas con unas vistas a la Hoz del Huécar privilegiadas.

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  3. Las casas colgadas forman parte de la historia de Cuenca, y lejos de ser un timo, son los unos de los edificios más emblemáticos de la ciudad. Restos de construcciones del siglo XIV-XXV, estas casas rodeaban toda la pared de la hoz, pero el deterioro y la dinamita que se utilizó para volar el puente de San Pablo antiguo, realizado en piedra, hizo que las demás desaparecieran. Estas casas fueros salvadas del derrumbe por un grupo de vecinos que lucho para que aquello no desapareciera, y hoy en día son un símbolo de nuestra ciudad. Yo también soy escaladora, respeto el medio ambiente y soy hija de Cuenca. No creo que deban confundirse los términos. La escalada sostenible es compatible con la cultura y cómo dice»mmmmm», quizás debáis de visitar el museo de arte abstracto, donde además de disfrutar del interior laberíntico de las casas, existen unas vistas espectaculares.

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    • Retiro la palabra «timo» claramente desafortunada y que no venia a hablar sobre Cuenca y sus maravillas como ciudad que son las que quiero resaltar siendo la escalada un punto mas.

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  4. Gracias Gonso!

    Y seguid viniendo a escalar, ¡¡¡que siempre sois bienvenidos!!!! Los paseos por las hoces no son lo mismo sin los escaladores y el buen rollo que desprendéis!!

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  5. Creo que efectivamente el ciclista no andaba muy acertado con lo de «Turismo de calidad», porque en Cuenca no lo hay ni lo ha habido. Básicamente ha arrasado la ciudad masificando y transformando los lugares que antes se podían disfrutar por los que allí residen. Es un recurso barato que interpretes que quería decir calidad igual a importe gastado y lo justifiques todo desde esa interpretación. Basándome en la situación, creo que la afirmación del ciclista, más que en la pasta que estará ganando el del bar del Alcampo gracias a los escaladores, estaría más bien relacionada con tu frase «las caravanas y furgonetas que inundan las hoces se han triplicado al menos». Por ahí debían de ir los tiros…

    Saludos

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