Sobre la zona de escalada: su historia, su roca y sus vías

About the Climbing Area

Historia de la escalada

Aunque en décadas anteriores se realizaron esporádicas incursiones en los muros que rodean la ciudad de Cuenca, la historia que nos interesa, es decir, la de la escalada deportiva, no comienza a escribirse hasta el año 89. En esa época, los muros que quedan a mano a los madrileños y toledanos, y que les han servido para saciar sus ansias de desarrollo en los 80, están dando sus últimos frutos: Patones, Alcores, Castillo de Bayuela… ya no dan más de sí, y los escaladores más activos ven con preocupación su futuro. La existencia de mucha roca por escalar en la provincia de Cuenca es de sobra conocida, pero falta quien le ponga el cascabel al gato y se decida a iniciar los equipamientos.

Es en este contexto cuando Carlos Ruiz Snoopy, uno de los pedriceros que se pasó a Patones y que dejó sus dedos en los cortos y duros desplomes de esta escuela, convenció a Marcos García Paz Ferre para ir a Cuenca, echar la cuerda y ver qué sale. Simbolizando dos generaciones, ambos trazan la primera vía, Historia impepinable, nada menos que 7c, en lo que más tarde se conocerá como Colmenas. La cosa está clara, si la primera ya ha salido 7c, es que aquí la escalada no va a estar regalada. Poco a poco, éstos y otros escaladores, casi siempre de la zona centro, van añadiendo más frutas en la cesta, de forma que se hizo posible combinar escalar y equipar el mismo fin de semana.

A primeros de los noventa se publican las primeras noticias y artículos en Desnivel, y la escuela ya se sitúa como principal foco de atención de la escalada de la zona centro. Caen los 8b y 8c, vienen los veteranos y los jóvenes, surgen locales de la ciudad con ganas de escalar y equipar, se abren nuevas líneas en las dos hoces principales y más tarde en Valdecabras, y los visitantes acuden cada vez en mayor número, dejando algunas buenas rutas y numerosos encadenamientos, algunos incluso históricos y de relevancia mundial.

Actualmente, Cuenca sigue siendo una de las zonas de referencia de la Península, con un número incesante de aperturas, nuevos logros y, de vez en cuando, descubrimientos o redescubrimientos que dan nuevos aires a una zona que continúa imparable. Las aperturas completan sectores a medias o apuran los huecos en aquéllos que creíamos que ya que no iban a dar más.

En la edición anterior, hace tan solo seis años, se intuía un gran futuro a algunos de los sectores que, en aquel momento, estaban prácticamente abandonados. Pues bien, así ha sido, y mucho más rápido de lo que todos pensábamos. Muchos muros han visto tal desarrollo de nuevas vías y reequipamientos que cuesta pensar que sólo hace unos pocos años nadie escalaba en ellos. En este sentido, debemos mencionar especialmente el Merendero, Cueva de la Zarza, Paúles, Portero de Noche, Sombretivo, Desierto, y por encima de todos, la fantástica franja de roca que llamamos Valdecabras Sur. Y no sólo eso, ya que también prácticamente todos los demás sectores han visto aumentada su oferta, en algunos casos hasta límites difíciles de imaginar.

Las hoces, su roca y sus vías

Los sectores se distribuyen a lo largo de las hoces de los ríos Júcar, Huécar y Valdecabras. La forma básica de los muros es más o menos similar en todos ellos, con alturas que van de los 15 metros a los 30 o algo más en ocasiones, siendo la ruta de 25 metros, sobre regletas y agujeros, ligeramente desplomada, y alternando la caliza gris con la naranja la tónica general que encontraremos. Se trata de caliza vieja, típica de la meseta, en ocasiones descompuesta (antes de ser equipada y limpiada, se entiende), con cascarilla… eso hace que la labor del equipador sea especialmente dura, obligado no sólo a tirar y cepillar, sino también a reforzar. En ocasiones las entradas se hacen sobre roca especialmente mediocre, dificultando el trabajo del aperturista, que se ve obligado a usar la imaginación para solventar el problema.

Aunque parezca mentira con la descripción anterior, el resultado de dejarse los brazos y la espalda a mazazos y cepilladas suele ser una ruta de calidad alta, técnica, con un componente físico importante, exigente para los dedos, con frecuencia con secciones de bloque y con personalidad propia: es raro que podamos decir en Cuenca que en este sector o en aquel paño las rutas son iguales. Las vías más duras suelen ser de más de 20 metros, en desplomes de continuidad sobre agujeros y regletas.

Mención aparte merecen las fisuras, normalmente equipadas con chapas (con lo mala que es a veces la roca virgen, cualquiera se atreve a ir con fisureros y friends), de las cuales se podría hacer una buena selección, especialmente entre el 6b y el 6c.

El equipamiento

El equipamiento de las vías es casi siempre excelente. La falta de un organismo o club importante de carácter local ha hecho que generalmente haya corrido a cuenta del escalador, con lo que el material utilizado, especialmente en los primeros años 90, en alguna ocasión ha quedado obsoleto, aunque ya han sido numerosas las vías reequipadas. En cualquier caso, son tantas las líneas bien equipadas que a estas alturas será muy difícil meter la pata y embarcarse en un trazado peligroso.

La roca de Cuenca demanda equipamientos y reequipamientos con anclajes químicos (optando por tensores con el vástago roscado). Si se eligen anclajes mecánicos, nunca deberían usarse métricas por debajo de 12 mm y longitudes de menos de 90 mm.

Resulta conveniente preguntar a los aperturistas más activos e informarse de en qué muros no se deben abrir nuevos itinerarios.

Prohibiciones

Al cierre de esta guía, continuaba vigente la prohibición de escalar en Piscinas debido a la nidificación de especies protegidas. Esta prohibición se está negociando en la actualidad. Escalada Sostenible y Medio Ambiente parecen haber llegado a un acuerdo para cambiar la prohibición por regulación. Toda la información sobre este aspecto la encontraréis en www.escaladasostenible.org.

Algunas paredes se encuentran en propiedad privada y tanto la escalada como los equipamientos están prohibidos por sus propietarios. Es imprescindible que todos respetemos las indicaciones que en cada sector se dan en el capítulo de Advertencias.

Si quieres equipar, ponte en contacto con Escalada Sostenible (tienes el contacto en su web) e infórmate de si en el muro o el paño al que has echado el ojo se puede abrir.
Agua
• En la hoz del Júcar hay una fuente a la derecha del pequeño bar, junto al puente de la ermita de las Angustias, y también al otro lado del puente (fuente del Abanico), junto al restaurante. En el sector Martín Alhaja tendremos agua junto a la misma pista del sector, a unos 100 metros del muro de la vía Modistillas según nos alejamos de la ciudad.

• En la tienda de antigüedades del sector Alfar venden también agua fresca y latas.

• En la ciudad hay varias fuentes, una de ellas en la Plaza Mayor, frente a la catedral, otra saliendo del barrio del Castillo en dirección al cementerio y otra en el parque que nos encontramos a mano izquierda según llegamos desde Madrid.

• En la hoz del Huécar hay fuentes en la carretera que lleva a Palomeras, antes del cruce para subir al sector del Merendero.

Ecología

Aunque muchas de las rutas están a muy pocos kilómetros de la ciudad, hacia el interior de la sierra la naturaleza despliega toda su fuerza. Es cierto que los ciervos no se ven en el aparcamiento del Alfar, ni los jabalís bajan a probar los 8c del Huécar, pero cuando circulemos con nuestros coches por Valdecabras debemos tener mucho cuidado para no atropellar ningún animal.
En Valdecabras no resultará extraño ver animales, y desde luego aves se ven por todas partes. Los ciervos o corzos nos hacen disfrutar cuando cruzan el Júcar poco más arriba de las paredes en las que escalamos.
La red de áreas protegidas de la provincia recoge lugares donde podremos ir a probar nuestra paciencia, y si hay suerte, el Águila real, el Halcón peregrino, el Búho real, la Lechuza y otras aves nos deleitarán con sus vuelos, y si miramos al suelo, pues quizá la comadreja, la garduña, la ardilla o el Lirón careto salgan huidizos a esconderse.

Alternativas a la escalada

Cuenca tiene un entorno natural privilegiado, sobre todo en la Serranía de Cuenca y sus monumentos naturales. Son ya varias las empresas que ofrecen lo que se denomina turismo-aventura: BTT, piragüismo, trekking, visitas guiadas. Son muy populares y recomendables las visitas a la Ciudad Encantada, las Majadas, el nacimiento del río Cuervo, y las hoces de Beteta y Tragacete. Las Torcas, en la parte sur de la sierra en dirección a Valencia, son dignas de visita también. También es recomendable acercarse a las ruinas romanas de las localidades de Valeria, Segóbriga, Ercávica, e incluso visitar la reserva de osos de El Hosquillo, en la serranía conquense.

Para darse un baño

Como en verano hace calor, suele ser una buena idea refrescarse, para lo cual las mejores alternativas cerca de los sectores son la playa municipal sobre el río Júcar (un poco más adelante del puente de las Angustias) y, ya en un entorno más natural, la poza que hay en dirección a la Ciudad Encantada, en el bonito lugar conocido como Ventano del Diablo, justo antes de que la carretera sube al mirador.



The Climbing Area

The history of climbing in Cuenca
Although some sporadic raids on the crags that surround the city of Cuenca had been conducted in previous decades, the first pages of the history that is of interest to us, that of sport climbing, weren’t written until 1989. At the time, the crags that were conveniently close at hand for the climbers from Madrid and Toledo, and that had served to alleviate their hunger for development in the 80s, were reaching saturation point: Patones, Alcores, Castillo de Bayuela.. had little left to offer, and the more active climbers were starting to worry about the future. It was a well-known fact that there was a lot of climbable rock in Cuenca, but someone had yet to take the plunge and decide to start bolting.
The scene was set for Carlos Ruiz, aka Snoopy, one of the old-school Pedriza climbers who had crossed over to Patones to test his tendons on its short, explosive overhangs, to convince Marcos García Paz, aka Ferre, to go to Cuenca, put up a rope and see what came out of it. Representing two generations of climbers, together they put up the first route, Historia impepinable, in what would later become known as Colmenas. Graded at no less than 7c, the route set a precedent for what was to come, leaving no doubt as to the fact the climbing here would be no give-away. Little by little, these and other climbers, almost all of them from central Spain, continued to add more fruits to the basket, until it became possible to combine climbing and bolting in a single weekend.

In the beginning of the 90s the first news items and articles about Cuenca began to appear in Desnivel (Spain’s leading sport climbing magazine), and the area became the focal point of the climbing scene in central Spain. 8b’s and 8c’s were sent, veterans climbers and youngsters alike came, a local climbing and bolting scene began to emerge, new routes were opened in the two main gorges and later also in Valdecabras, and more and more people began to visit the area, leaving behind some great routes and numerous sends, some even of historical and global importance.

Currently, Cuenca remains one of the benchmark climbing areas of the Peninsula, with a relentless stream of first ascents, new achievements and, from time to time, new discoveries or re-discoveries that breathe new life into this seemingly unstoppable area. The new routes that are opened complete half-finished sectors, or fill in the gaps in those that were thought to be saturated.

In the previous edition, published only six years ago, we predicted a great future for some of the sectors that were almost completely abandoned at the time. Well, our predictions have come true, and much faster than anyone could have imagined. Some crags have seen so much development of new routes and rebolting of old ones that it’s hard to imagine that no-one climbed at them just a few years ago. In this regard, special mention must be made of Merendero, Cueva de la Zarza, Paúles, Portero de Noche, Sombretivo, Desierto and, above all, the incredible band of rock that is Valdecabras Sur. But that’s definitely not all, since almost all the other sectors have shown an increase in the number of routes they offer, in some cases to an unimaginable extent.

The gorges, their rock and their routes

The sectors are spread out along the Júcar, Huécar and Valdecabras gorges. The crags are all fairly similar in shape and size, with heights of between 15 and 30 m or occasionally even more. The typical route is a slightly overhanging face climb of around 25 m, with a mix of crimpy holds and finger pockets on alternating sections of orange and grey limestone. The rock is the old limestone typical of tablelands, and can be quite chossy (before being bolted and cleaned, of course), with a loose outer layer that makes the work of the route opener that much harder, as they are forced not only to remove loose rock and brush, but also to reinforce some holds. It’s not uncommon for the routes start on particularly mediocre rock, complicating the job of the first ascensionists and requiring a great deal of imagination on their part to figure out a sequence.
As contradictory as it may seem from the above description, the result of slaving away with a hammer and a brush is generally a high quality route, technical, fingery, physical, often with bouldery sections and its own unique character. In Cuenca you will rarely find two similar routes in the same sector or even on the same wall. The harder routes tend to be overhanging endurance climbs of 20 m or more on crimps and finger pockets.
The cracks deserve a special mention. There is quite a wide selection of them, particularly in the 6b to 6c grade range, and they are usually bolted (with the poor quality of the virgin rock, it takes a lot of guts to climb with nothing but a trad rack).

The bolting

The bolting of the routes is almost always excellent. However, the lack of a large local organization or club means that the cost of bolting has generally fallen on the climber, with the result is that the materials used, particularly in the beginning of the 90s, have in some cases become obsolete, (although a number of routes have been re-bolted). Either way, with so many well-bolted lines, the chances of putting your foot in it and starting up a dangerous route at this stage of the game, are minimal.

Cuenca’s rock calls for glue-in bolts and anchors (opting for tensors with threaded rods). If you do decide to use mechanical bolts, they should be at least 12 mm wide and 90 mm long.

It’s a good idea to ask the most active route openers and find out at which crags bolting is prohibited.

Restrictions and prohibitions

At the closing of this guidebook, the prohibition of climbing in Piscinas due to the nesting of some protected bird species was still in force. This prohibition is currently being negotiated and Escalada Sostenible and the Department of Environmental Affairs seem to have reached an agreement to change this regulation. All information on this issue can be found at www.escaladasostenible.org.

Some of the crags are situated on private land and both climbing and bolting are forbidden by the owners. It’s imperative that we all respect the guidelines given for each sector under the heading “Warnings”.

If you are interested in bolting a route, please get in touch with Escalada Sostenible (their contact details are on their website) to find out if bolting is allowed on the wall you have your eye on.
Water
• In the Júcar gorge there is a fountain to the right of a small bar next to the La Ermita de Las Angustias bridge, and another on the other side of the bridge next to the restaurant (Fuente del Abanico). There is also a natural spring on the side of the dirt road in Martín Alhaja, at a distance of about 100 m from the route Modistillas going away from the city centre.

• The antique shop in front of Alfar sells bottled water and cans of beer and soft drinks.

• There are a number of fountains in the city, one of them in Plaza Mayor, opposite the cathedral, another on the road to the cemetery from Barrio del Castillo, and another in the park on the left as you enter Cuenca from Madrid.

• In the Huécar gorge there are various fountains along the road to Palomeras, before the turnoff to Merendero.

Ecology

Although most routes are only a few kilometres from the city, as you get closer to the nearby mountains, nature unfolds in all its glory. Granted, you won’t see any deer in the Alfar parking lot, neither will wild boar come down to work the 8c’s in the Huécar, but you should take particular care when driving to Valdecabras not to run over any animals.
It’s not unusual to see animals in Valdecabras, and birds can be seen all over. It’s quite an experience to see deer crossing the Júcar River just above the crag you’re climbing on.
The network of protected provincial areas covers many spots where we can test our patience. If you are lucky, golden eagles, peregrine falcons, eagle owls, barn owls and various other birds will delight you with their flights, and if you look down, you may even catch a glimpse of elusive animals such as weasels, martens, squirrels and dormice, as they run for cover.

Rest-day activities

Cuenca is situated in privileged natural surroundings, in particular the mountain range of Cuenca and its natural monuments. There are already a number of companies that offer so-called adventure tourism: mountain biking, kayaking, hiking, guided visits. Popular and highly recommended excursions include those to La Cuidad Encantada (the enchanted city), Las Majadas, the source of the Cuervo River, and the Beteta and Tragacete gorges. Las Torcas, in the southern part of the mountain range on the way to Valencia, are also well worth a visit. We also recommend visiting the Roman ruins in the towns of Valeria, Segóbriga and Ercávica, as well as the Natural Park and Bear Reserve El Hosquillo, in the mountains of the province of Cuenca.

Going for a swim

It can get pretty hot in the summer, so having a swim to cool off is not a bad idea. The best options close to the climbing sectors are the municipal swimming pool on the banks of the Júcar River (just past the Las Angustias bridge) or, if you’re looking for a more natural environment, the rock pools on the way to La Cuidad Encantada, in a beautiful spot known as Ventana del Diablo, just as the road starts winding up toward the viewpoint.