Los Callejones de Las Majadas. El hermano pequeño de la Ciudad Encantada

Tienen el mismo origen y gozan de un gran parecido con la Ciudad Encantada, tienen la misma edad.. millones de años y ha sido moldeada al capricho de la naturaleza.

Los Callejones de Las Majadas apenas han despertado interés y es una pena, porque este paraje poco frecuentado en el catálogo de maravillas de Cuenca no debieran pasar tan desapercibidos.

Bien mirado, esta escasa atención tiene su lado positivo… disfrutar de su belleza en soledad. Disfrutar de sus alocadas figuras, de formas caprichosas que escondidas en serranía de Cuenca se crearon por la erosión del viento y el agua de la lluvia.

El resultado, como las de su hermana mayor —tormos, setas gigantes, olas rocosas, mares de piedra…— pero con estrechos e intrincados pasillos calcáreos, utilizados antaño por los pastores para construir corrales donde guardar el ganado.

Un auténtico laberinto en el que, con un poco de imaginación podemos ver cuerpos de animales y de personas.

La ruta de los Callejones de Las Majadas

Sus 3,6 kilómetros discurren por un camino sencillo, apto para cualquiera y una delicia para los más pequeños. Aunque no existe un único camino, sí ayudan a orientarnos las balizas que nos indican la dirección a tomar y no perdernos nada.

Estas rocas en las que, por su excepcional valor geomorfológico, no se autoriza la escalada, sí permiten disfrutar de una flora y fauna local. Como el pino silvestre, sabina, acebo, o el negral; también una gran variedad de hierbas aromáticas. También te puedes encontrar huellas de ciervos y jabalíes (cuadrúpedos). Si sobre nuestras cabezas habrá abundantes buitres leonados y distintas aves rapaces como las águilas culebreras.

Cómo llegar a Las Majadas

Partiendo de Las Majadas, por la carretera forestal que une esta localidad con la carretera CM-2105 y el embalse de la Toba, a poco más de 2,5 Km, se desvía a la izquierda un camino que accede a la zona de aparcamiento de Los Callejones.